Sabia que habia tocado fondo. Que todas aquellas luces se habian apagado. Necesitaba hacer algo mas que inundar mis ojos. A pesar de todo, el dolor del engaño era lo que mas me estaba haciendo daño.
Creo que no podia haber algo más que pudiera suceder antes del domingo.
Ahora solo pensaba en lo que iba a suceder a partir de este momento. Si lo que digo se cumple en esta ocasión tiene todavía más sentido. Si lo que no nos separe ahora, nos unirá más.
Ya no cunde la desesperación, a donde iba a llegar tal sentimiento.
Tranquilidad a pesar de todo, mirando la gente pasar por la calle, me relaje e intente moderar mi temperamento pero aquel dolor seguia enrojeciendo mis ojos.
La mentira es una gran virtud, sin duda, para el que la sabe manejar bien, pero tambien es un cuchillo de doble punta que tanto hiere al que la porta como al que atraviesa
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